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ningrado parafraseando las palabras con las que Shakespeare cierra su tragedia: «Jamäs se ha dicho mejor una historia tan triste como en la müsica de Prokofiev para Romeo yJulieta». Estos son los siete nümeros que for- man la Suite n s 2: I. «Montescos y Capuletos». Luego de una sobrecogedora introducciön en la que se produce un impresionante contraste entre fortissimo y pianissimo en una at- mösfera cargada de misterio, escucha- mos la llamada «Danza de los Caballeros» un Allegro pesante de extraordinaria fuer- za rftmica y que es uno de los temas mäs recurrentes de la partitura. II. «Julieta nina» o «La joven Julieta» es un Vivace que retrata la personalidad to- davfa infantil de la protagonista. El juego con el aya, tan vivaracho, da paso a un ro- mäntico y sonador presentimiento de Io que acaecerä en el pröximo baile. La pie- za vuelve de nuevo al caräcter juguetön del principio, y otra vez al mundo de en- suenos de la muchacha. III. «El Padre Lorenzo» es un Andante espressivo en el que se describe a este personaje clave de la historia. Fagotes y violas dan su toque de gravedad. Romeo cuenta Io que le sucede y la müsica cam- bia hacia un mayor lirismo. IV. «Danza». Percusiön, pizzicatti y el sonido del oboe protagonizan esta breve pieza sehalada Vivo que tiene un sentido esplendido del ritmo. V. «Romeo y Julieta antes de su sepa- raciön». Es la famosa escena del balcön y una de las mäs hermosas päginas de todo el ballet. Es un Larghetto transido de emo- ciön romäntica, de un profundo lirismo que en la obra escenica sirve de lucimien- to para la pareja protagonista. Julieta es- pera a Romeo, la llegada del amante se advierte en la nueva y apasionada palpita- ciön de la cuerda; la müsica, en un An dante amoroso cada vez mäs envolvente, llega un fervor erötico casi mistico. Pero entreverado con el tema del amor se es- cucha tambien el de la muerte. VI. «Danza de las jövenes con lirios». De manera un tanto rara a veces se cono- ce esta pieza como «Danza de las jöve nes antillanas». Es un Andante con ele- gancia. Un conjunto de muchachas va a ofrecer flores blancas -simbolo de pure- za- a Julieta el dia de su boda con Paris. Es una müsica de una gräcil y delicada expresividad con intervenciön solista del concertino. VII. «Romeo en la tumba de Julieta». Otro de los nümeros culminantes del ba llet. Este Adagio funebre es una formida- ble secuencia que Prokofiev resuelve con un sentido trägico de gran efecto y en el que reüne varios de los temas que consti- tuyen la base de la obra -Julieta, Romeo, el amor, la muerte-que se entremezclan en un arrebatado lirismo y un soberbio aliento dramätico. La selecciön de Romeo y Julieta se completa con un nümero de la Suite n. a 1 «La muerte de Teobaldo», una genial se cuencia que empezando con un trepidan- te ritmo de esplendorosa orquestaciön, Andante aniamato, pasa a un Presto -con un extraordinario lucimiento para la cuer da- que senala la lucha entre Romeo y Teobaldo (quien ha matado a Mercucio). Los secos, cortantes acordes que senalan la agonfa y muerte del joven Capuleto conducen a un clima de marcha fünebre, Adagio drammatico, de acentos verdade- ramente impresionantes. □ Carlos RUIZ SILVA
