wuando un interprete llega a alcanzar el prestigio, la fama y el reconocimiento in- ternacional de la pianista Alicia de Larro- cha, su biografia se hace innecesaria y, con seguridad, siempre incompleta. Re- cordemos, sin embargo, que naciö en Bar celona, que dio su primer recital a la edad de 6 anos y que a los 12 ofreciö su primer concierto con orquesta, con la Sinfonica de Madrid bajo la direcciön del Maestro Ar- bös. Que tue alumna de Frank Marshall y, por tanto, heredera directa de la escuela del genial Enrique Granados. Desde su primera apariciön en los escenarios su ac- tividad ha sido intensa y brillante; ha cola- borado con las mejores orquestas del mundo, con las batutas mäs prestigiosas y es invitada de honor de las temporadas musicales de las ciudades mäs importan tes y los Festivales de Müsica mäs famo- sos. Estä en posesiön de una lista larguisi- ma de premios y honores, siendo nombrada Doctor Flonoris Causa por afa- madas universidades a las que su arte ha inspirado su investidura. En una biografia tan dilatada en el tiempo y tan fertil en acontecimientos artisticos co- mo la de Alicia de Larrocha, son inevitables las omisiones y, para ella, que es la imagen misma de la modestia, la relaciön de sus exitos es Io menos importante; nos recuer- da, con ensonada nostalgia, momentos mä- gicos de colaboraciones ya lejanas que han ido jalonando su prestigio incuestionable, como fue la de Gaspar Cassadö, con Victo ria de los Angeles, con Montserrat Caballe, con el Guarneri String Quartet, el Emerson String Quartet..., su inolvidable estreno del Concierto para dos pianos, de Poulenc, con el propio compositor en el segundo piano; o su entranable colaboraciön con Federico Mompou. El püblico completaria esta breve semblanza biogräfica con el recuerdo de sus interpretaciones inolvidables de toda la literatura escrita para piano con la evoca- ciön de su figura radiante en el escenario de sus palabras cälidas y agradables cuando se acercan a saludarla y ella convierte la fe- licitaciön en risa tfmida y desmitificadora del exito que obtiene en todas sus apariciones ante ese auditorio universal, apasionado por su arte y su personalidad irrepetibles.* ALICIA DE LARROCHA