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NOTAS AL PROGRAMA Obertura de "Ruslan y Ludmila". Mikhail Glinka (1804-1857) Las obras dramäticas de Glinka senalan el momento en que el arte musical ruso abandona el punto muerto del siglo XVIII para dar paso al nacionalismo romäntico. Pero la producciön de Glinka no solo resalta por este motivo, sino que su proyecciön europea resulca muy inte- resante, ya que de la obra sinfönica de este compositor ruso, parte la escuela de los “Cinco", en Io que a su patria concierne. Glinka compuso Ruslan y Ludmila en 1842, siendo la obertura un pasaje breve pero brillante, de un dinamismo irresistible. Es, como la mayorla de las oberturas del siglo XIX, un resumen de la acciön de la öpera. Concierto para vioh'n y orquesta en Re Mayor, op. 35. P. I. Tchaikovsky (1840-1893) Podria definirse al "concierto” como una forma musical de amplias dimensiones, escrita para uno o varios instrumentos solistas con acompanamiento de orquesta. El perfeccionamiento del violin y de su tecnica abriö un vasto campo a dicho Instrumente como solista, siendo altamente valiosa la aportaeiön de los maestros italianos del siglo XVIII. Autores del siglo posterior escribirian las obras maestras de esta forma musical, entre las que indudablemente ocupa un lugar destacado este de Tchaikovsky. El Concierto para violin y orquesta en Re Mayor, op. 35 es una de las obras mäs interpretadas de todo el repertorio violinlstico. Fue compuesto en 1878 y estaba previsto que Io ejecutara el celebre violinista Leopold Auer, pero este rechazö hacerlo juzgändolo inejecutable. Seria el ruso Adolf Brodsky, quien se decidiö a hacerlo a pesar de las dificultades que presentaba la obra, consideradas por aquel entonces casi insuperables. El primer tiempo, Allegro Moderato, contiene dos temas de un gran lirismo que el composi tor logrö transformar enriqueciendo el desarrollo del movimiento, alternando pasajes tiernos con otros intimos o heroicos, pero todos ellos de un extrovertido virtuosismo. La coda con que finaliza es de una extraordinaria dificultad y brillantez. El segundo tiempo, Andante, es una “canzoneta” en modo menor, de sabor eslavo por Io nostälgico de su discurso melödico. El violin canta un tema muy "vocal", respondiendole la flauta con el clarinete haciendo eco. Este segundo tiempo se encadena con el Allegro Vivacisimo del tercer tiempo, de un estilo muy zingaro con un ritmo saltarin. Estä formado por dos temas muy distintos, aunque am- bos inconfundiblemente rusos. El primero es de una gran fuerza ritmica y el segundo muy melödico. Los dos temas se alternan en un despliegue de virtuosismo que alcanza su culmi- naeiön en la deslumbrante coda final. Tan brillante y exterior como el primer movimiento, el final estä realzado por la aportaeiön de un cierto frescor populär. Don Juan, Poema Sinfonico, op. 20. Richard Strauss (1864-1949) Don Juan es el primer poema sinfonico de Strauss, que dio a conocer cuando apenas contaba veinticuatro anos. Dedicado a su amigo Luis Thuille, se remonta asimismo a los primeros anos de la vida artistica del compositor, por los anos en que ocupa la direcciön de la Öpera de Weimar. Como obra de programa ocupa un lugar destacadisimo en la müsica postwagneriana. Ba- sada en el Don )uan del poeta alemän Nicolas Lenau, la obra ha llegado a tener una enorme audiencia y a ser uno de los pilares del repertorio sinfonico. Es, sin duda, uno de los grandes exitos juveniles de Richard Strauss, que merece sin la menor restricciön el calificativo de obra maestra. La obra impresiona por su arranque, sus contrastes de dinämica, la libertad de su acentuaciön ritmica y de sus colores, asi como por la evidente belleza de sus temas. El caballero de la rosa. Suite de valses para orquesta, op. 59. Richard Strauss La öpera cömica El Caballero de la rosa se estrenö en el Teatro de la Corte de Dresde el 26 de enero de 1911, con libreto de Hugo von Hofmannshtal y müsica de Richard Strauss. La obra se desarrolla en la Viena de mediados del siglo XVIII, en los comienzos del reinado de la emperatriz Maria Teresa. En 1934 Richard Strauss compone una suite de valses a partir de elementos del ultimo acto. Diez anos mäs tarde compone otra con materiales de los dos primeros actos y, como "suite", fue estrenada en Londres el 4 de agosto de 1946. Desde entonces ha permanecido en el repertorio de las orquestas sinfönicas. El compositor escogiö fundamentalmente la tanda de valses que aparecen al final del se gundo acto, asi como el lirico final con el terceto de sus tres protagonistas y el alegre motivo final de Ochs. Estos fragmentos son utilizados de manera encadenada, enlazados inteligen- temente, con delicadeza y soltura. La suite es una verdadera recreaciön del vals vienes, una serie continuada a tiempo de vals, con motivos cantäbiles de la öpera, y una orquestaciön brillante y refinada, que se convierte en un perfecto condensado del vals "straussiano". Javier Zärate