Notas al Programa Richard Strauss El caso de Richard Strauss (1864-1949) como compositor es bastante llamativo. Frente a nombres como Mendelssohn, Mozart o Schubert que fueron reconoci- dos como ninos prodigio, al joven Strauss nunca se le llegö a ubicar en este espi- noso, y no siempre agradecido, campo. Quizä porque es mäs fäcil percibir a un virtuoso del violTn o del piano que a un increlble compositor que, desde los cua- tro ahos, ya sabfa Io que eran las notas. En cuanto supo leer algunas, Richard Strauss se sentaba al piano a interpretar melodTas de äpera a partir de un cua- derno que inclufa diversas composicio- nes. Para el todo resultaba asf de fäcil; no tuvo necesidad de una instruccion especial y Io que se entiende por com- poner Io conocfa antes de saber trasla- dar al papel las notas o las letras. Su impulso y su nervio para escribir en sus etapas infantil y juvenil se manifestaba en todo momento. Cuando su madre recubriä sus libros escolares con papel pautado, que abundaba en su casa, ello le sirviä para escribir el que sena el Concierto para i/iolfh op. 8 durante la clase de matemäticas. Con grandes difi- cultades aprendiä durante esta epoca el violfn con un primo suyo. El prestigio de su padre como interprete de trompa, vin- culado a personalidades de la epoca, le permitiä ser tenido en cuenta por maes- tros como Hermann Levi que presentä sus primerizas obras y el mismo Hans von Bülow, que al principio Io trato con distancia, Io recomendarfa como un gran talento, hasta el punto de requerir- le con apenas veinte anos, para ser director suplente en la Orquesta de Meiningen. Hay que senalar que no todo el mundo estaba de acuerdo con esta impresion. Asf Chaikovski escribfa a su hermano, Modesto que “Bülow se intere- sa ahora por el como antes Io hizo por Brahms y otros. En mi opiniän, nunca jamäs se ha dado una carencia tan escandalosa de talento unida a una arrogancia mäs desmedida”, si bien anos mäs tarde matizana esta impresiön. Todo esto viene a cuento por las dos obras de este autor que figuran en el programa de hoy. Y es que no se puede olvidar que Don Juan, con esa sorpren- dente fantasfa que todavfa impresiona, fue concebida por un joven -hoy casi sena valorado como adolescente- de veintitres anos. /los Italien era del ano anterior y, desde el momento en que ambas piezas se dieron a conocer, Strauss se convertirfa, präcticamente hasta 1911, fecha del estreno del Rosenkai/alier, en el compositor mäs dis- cutido de Europa. El veterano Saint - Säens senalaba que “el deseo de llevar las obras de arte mäs allä del dominio