los levantamientos encabezados por Egmont y Guillermo de Orange. Ante un posible encuentro con el duque de Alba, Guillermo de Oran ge huye, pero Egmont permanece fiel a su ideal rebelde y revolucio- nario y se enfrenta al represor. Egmont es tomado preso por Alba y condenado a muerte por traiciön. La parte politica y heroica de la trama lleva paralelamente una historia de amor, centrada en la relaciön de Egmont con su amada Clara. La familia de Clara pretende obligarla a casarse con un tal Brackenburg, hombre al que no ama. Al ser rechazado por Clara, Brackenburg, despechado, amenaza con envenenarse, pero final- mente es Clara la que se envenena. Los conocedores del drama pare- cen estar de acuerdo en que Egmont y Clara son los personajes mäs humanos creados por la pluma de Goethe y, al mismo tiempo, la per- sonificacion de una paz interna que es en realidad una forma mäs elevada de la sensibilidad independiente del pueblo de los Paises Ba- jos, sensibilidad que se rebelo contra el poder espanol y finalmente lo derroto. Por encargo de Joseph Hartl, director del Hoftheater de Viena, Beethoven escribiö la müsica incidental al drama de Goethe entre octubre de 1809 y mayo de 1810. Por la cronologia, esta müsica se coloca entre las sinfonias nümeros 6 y 7 de Beethoven. La partitura original para el drama de Goethe esta formada por la obertura y otros nueve nümeros musicales. Cuatro de eilos son interludios orques- tales para tocarse entre un acto y otro del drama. Hay tambien un Larghetto instrumental y tres piezas vocales: dos lieder y un melo- drama. Finalmente, tenemos la pieza que cierra la obra, designada como Sinfonia de la Victoria. Esta pieza no debe confundirse con otra obra orquestal de Beethoven, independiente de Egmont y que es co- nocida indistintamente como Sinfonia de la batalla, La victoria de Wellington y La batalla de Vitoria. Es poco usual que se toque entera la müsica incidental de Bee thoven para el Egmont teatral de Goethe, pero su obertura es una de las grandes favoritas en las salas de concierto. Claramente descrip- tiva, la obertura nos ofrece la müsica lenta y oscura de la tirania, los sonidos heroicos de la revolucion y los brillantes acordes de la vic toria moral. No esta de mäs apuntar que Hartl no cometio ninguna indiscrecion al solicitar esta partitura a Beethoven, ya que el mismo Goethe habia senalado en el manuscrito de Egmont la necesidad de la müsica.