Finalmente, como compositor alemän y formado a orillas del ultimo tramo del romanticismo, Richard Strauss (1864- 1949) acerca hacia nuestros dias todos los elementos mencionados: el fue un autentico maestro tanto en el terreno operistico como en el sinfönico y, desde luego, su müsica orquestal acoge partituras que constituyen la cima de la evoluciön del poema sinfönico. El concierto, pues, no solamente es atractivo sino que puede ser aleccionador, pues escuchar juntas obras tan bien conocidas y tan soterradamente relacionadas entre si seguramente arrojarä luz sobre el conocimiento que tenemos de cada una de ellas aisladamente consideradas. Por lo demäs, cabe esperar interpretaciones lücidas y emotivamente entregadas por parte de los müsicos de Dresde, la hermosa ciudad alemana a la que tan vinculados estän los compositores programados; alli trabajö Weber como director en sus ahos mäs maduros; Wagner estrenö en Dresde su Tannhäuser y, en fin, Strauss estrenö en Dresde, limitändonos a la öpera, Feuersnot, Salome, Elektra, El Caballero de la rosa. Elena egipciaca. Arabella. La mujer sin sombra y Dafne, nada menos. Anotemos ahora algunos datos precisos sobre cada una de las partituras que aqui se van a escuchar, en orden cronolögico de composiciön. Weber estrenö su Der Freischütz (El cazador furtivo] en la Schauspielhaus de Berlin, el 18 de junio de 1821. Uno de los aciertos hondos de su obra maestra consiste en haber procurado la fusiön de su temperamento lirico-dramätico con un lücido pensamiento sinfönico. Ambas cosas, tantas veces presentes en la historia de la müsica en forma excluyente -o la una o la otra- o al menos desequilibrada, se dan simultänea e igualitariamente en El cazador furtivo de Weber, especialmente en su Obertura. Al emerger en ella el bellisimo tema fundamental, modelo de inspiraciön lirica, percibimos un acento cantabile que se diria nos lleva a reclamar la voz. Pero si escuchamos la memorable aria de