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Comentarios aL programa DETLEV GLANERT (*1960): Weites Land (Musik mit Brahms) *Estreno Americano El intervalo descendente de tercera menor que signa el inicio de la Cuarta Sinfom'a de Johannes Brahms inaugura Weites Land (Pais amplio). Esta obra orquestal escrita en el aho 2013 utiliza como tema Princi pal las primeras ocho notas del primer movimiento de la ultima creaciön sinfönica creada por Johannes Brahms. Nacido en Hamburgo, al igual que Brahms, Detlev Glanert tue discipulo de Diether de la Motte y de Hans Werner Henze, en Colonia, ciudad donde completö su formaciön. Deplicado especialmente a la creaciön ope- ristica, con catorce obras estrenadas entre las que se cuentan Der Spiegel des großen Kaisers (1995), Caligula (2006), que pudo verse en este mismoTeatro Colon en 2014, y Solaris (2012), cuenta ademäs en su catä- logo con obras instrumentales, incluyendo tres sinfom'as. Compositor en residencia de la orquesta del Concertgebouw de Amsterdam durante diez anos, el creador escribiö esta obra orques tal gracias a una comisiön que le realizara la Orquesta del Estado de Oldenburg, con el requerimiento de que tomara como modelo, de alguna manera, la ultima creaciön sin fönica de Brahms. Esa misma agrupaciön tuvo a cargo el estreno, el 2 de septiembre de 2014 en Oldenburg, en el noroeste ale- män, bajo la direcciön de Roger Epple. Mas allä de la sucesiön intervälica mencio- nada, Glanert aprehende por sobre todo el enfasis y la gestualidad de la sinfom'a en Mi menor de Brahms junto a su hälito nos- tälgico, atravesando diversos estadios tex- turales y armönicos, incorporando solistas de entre los vientos y las cuerdas, inten- sificando la velocidad hasta alcanzar el climax, para retornar a las reminiscencias melödicas de la primera parte. Detlev Glanert "Hay mucha Alemania del norte en ella, el aroma brahmsiano de marismas y amplios cielos", manifestarfa Glanert sobre esta creaciön que hoy se escucha en estreno americano. LUDWIG VAN BEETHOVEN (1770-1827): Concierto para piano y orquesta n°5 en Mi bemol mayor, Op. 73 Sorprendente, monumental: asi resulta el comienzo del ultimo de los conciertos para piano y orquesta que Beethoven creara. Y si ese efecto continüa causando admira- ciön en cada interpretaciön de su Quinto Concierto, aün mäs impactante e inespe- rado ha de haber resultado para quienes lo escucharon por primera vez, en la noche del 28 de noviembre de 1811, en Leipzig. Un poderoso acorde de Mi bemol mayor, a cargo de la totalidad de la orquesta e, inme- diatamente, la entrada del solista con un gran despliegue cadencial venia a reem-