Volltext Seite (XML)
Inspiracion, por cierto, no le falta a la Tercera Sinfonia de Brahms a lo largo de sus cuatro movimientos, de los que el tercero de ellos, como tantas veces se ha recordado, alcanzo una extraordinaria popularidad al ser utilizado en el inolvidable film Aimez- vous Brahms que protagonizaban Ingrid Bergman e Ives Montand sobre la novela homönima de Frangois Sagan, en el bien entendido de que la müsica de la pelicula correspondia al compositor frances de cierto renombre George Auric. Pero constituiria una lamentable error, esperar a la llegada de este tiempo central de la Sinfonia, para dejarnos cautivar por una müsica que desde el tema inicial parece descender desde los cielos y sumergirnos en un clima de ensonaciön del que acabarän despertändonos muy suavamente los dos Ultimos acordes en pizzicato de toda la cuerda con los que termina su primer movtmiento, Para el Allegro final queda la palpable demostracion del compositor para que la orquesta se transforme en un medio sonoro absolutamente personal, haciendo, a la vez, uso de sus mejores recursos en el arte de la construcciön sinfönica, mediante la utilizaciön de una tücnica que tiene bastante que ver con el desanollo ciclico empleado tambiün, como antes se indlcaba, por Schumann. Para recondliarse con Oberon, su esposa le exige, nada menos, que encontrar una pareja de amantes verdaderamente fieles. El envite resulta, naturalmente, laborioso y por la escena y entre suenos van pasando un sin fin de personajes: desde el caballer o Hugo de Burdeos y su escudero, el de la trompa mägica, hasta esclavos y esclavas, piratas, hadas, duendecillos, concubinas del harün en Tünez de Almanzor entre una lista interminable. La aventura naturalmente, tiene un Ünal feliz, pero lo que ha quedado de ella no han sido sus fantästicas aventuras (Wieland y Shakespeare andan de por medio), sino la singulär belleza de la maravillosa müsica que Weber dejö escrita poco antes de morir, y que la obertura resume de excelente manera, dando la sensadön, ademäs, de ser un anuncio premonitorio del lenguaje wagneriano. La öpera fue estrenada el 12 de abril de 1826 en el antiguo Convent Garden. Como sentenciö un cülebre historiador: *En el umbral de la muerte Weber compuso un conto inigualable al amor y la esperanza". Como telonera de este excelso par de sinfonias, escucharemos la obertura de Oberön o El juramento del rey de los elfos, un Singspiel compuesto por Carl Maria von Weber, sobre una leyenda que se remonta al siglo IX,