modulaciones cromäticas. Desde el punto de vista del drama musi- cal, Wagner realiza en plenitud sus aspiraciones a traves de la “melodfa infinita” y la indisolu ble unidn de voces y orquesta. Desde el ängulo filosöfico, tam- bien Tristan e Isolda es una defi- niciön, al plegarse a la filosofia pesimista de Schopenhauer, a la muerte por amor, a la autoaniqui- laciön de la voluntad. Como es bien sabido, a esta inclinaciön fi- losdfica se anade la experiencia personal del müsico-poeta, con Matilde Wesendonk como prota- gonista. El propio compositor ided el acercamiento del Preludio con la Muerte de Isolda, colocados al comienzo y al final de la obra, respectivamente, para su ejecu- cion en concierto. De hecho se trata de dos päginas sumamente representativas de todo el drama y condensan maravillosamente su mäs recöndita significaciön. Naturalmente, para ello es preciso conocer de antemano los “motivos conductores” y el simbolismo que el autor adhiere a dichos elementos puramente musicales. Entonces es posible que el oyente sea conducido a traves de la mäs torrentosa y violenta pasiön de amor hasta la propia muerte de la protagonista, causada por ese mismo amor. En efecto, el Preludio del primer acto estä casi enteramente construido por medio de siete motivos, algunos de los cuales recorrerän los tres actos. Son ellos el de la confesiön, el deseo, la mirada, el filtro de amor, el brebaje mortal, el cofrecillo mägico y la liberacidn por la muerte. Muy suavemente se inicia la escena de La muerte de amor: “jDulce y suave, como sonne! jComo los ojos embelesados abre!” son las palabras de Isolda, que contempla en estado de extasis el cuerpo sin vida de Tristan. “Sumergirse, anegarse!, Inconscien- te, excelso gozar!”: ya Isolda ha traspuesto los Hmites de la vida. Como transfigurada, Este ano la beca “Teresa Grüneisen” fue otorgada al director EDUARDO MOGUILLANSKY para profundizar sus estudios en Alemania con los profesores Per Borin (Musikhochshule Stuttgart), Peter Eötvos (Musikhochshule Karlsruhe) y Michael Gielen.