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forma de rondo, se van exponien- do los hechos y bromas del Tra- vieso: empuja a grupos de muje- res en el mercado con destrozos de cäntaros incluidos; se finge en- sotanado predicador de escasa mo- ralidad, o se quiere enamorado des- pechado cuya rabia acaba siendo desfogada sobre un pobre erudito filisteo. Till acaba siendo condena- do a muerte, cerrändose la obra con el trino final de la flauta a la manera de un guino cdmplice de Strauss con el pillo, perpetuando su espiritu burldn mäs allä de la ul tima tensidn del cadalso. Tristan e Isolda RICHARD WAGNER (1813 -1983) Considerada como la obra que abre el camino a la atonalidad, Tris tan e Isolda ha sido la obra que mas profundamente impresiond a los melomanos del ultimo romanti- cismo -estrenada en 1865— por la extraordinaria riqueza de su es- tructura polifönica, la originalidad de su armom'a, o reunir en su in ferior el drama de la recuperacion de la identidad desde apuntes scho- penhauerianos y anhelos romanti- cos a la manera de Novalis o Sch legel. El argumento se basa en la le- yenda de Tristdn elseo, vieja historia que se remonta mas allä del siglo XIL Wagner, un intelectual total, fuertemente preocupado por la in- dagacidn mltica, filosdfica, estetica y poetica, utilizö la adaptacidn que, hacia 1220, Godofredo de Estras- burgo hizo de la obra de Thomas, amen de otras transcripciones pos teriores no menos eruditas. La versidn orquestal de esta dpera que hoy escucharemos -principio y fin de la partitura-, es ta constituida por el hermoso pri- mer preludio: suaves perfiles som- bn'os de intensidad enloquecedo- ra, sumiendonos en climas de imposible consuelo, de desasose- gante dulzura. La perpetua büs- queda del amor que alienta toda la obra, adopta en este movimien- to forma de pieza cuasi inacaba- da, contribuyendo as! la estructu- ra a perfilar el destino ultimo de nuestros amantes. Wagner com- puso un final alternativo para que el preludio pudiera interpretarse de manera independiente pero apenas se utiliza pues siempre se ha pre- ferido unir esta obertura a la su blime escena ultima de la muerte de Isolda junto a su yacente Tristan. La Muerte de Amor -tal es su titu- lo- es la esencia misma del ro- manticismo y una de las cumbres de la belleza e intensidad musical. Los maestros cantores de Nuremberg RICHARD WAGNER (1813-1983) Como senaläbamos antes, la comedia se torna en protagonista final de cada parte del concierto. La aproximaciön a los Meistersinger desde el preludio del acto III sirve de puente con la partitura anterior, a partir de la conversacidn del sa- bio zapatero Hans Sachs con Eva, la hermosa hija del acaudalado or- febre Pogner. En esa conversacidn Sachs, talludito en anos, ve cdmo se esfuman sus ültimas esperanzas de lograr el amor de la joven y con gran generosidad de corazdn la em puja a los brazos del enamorado Walther von Stolzing mientras se- nala que no quiere que le ocurra lo que al viejo monarca Marke de la historia de Tristdn e Isolda. En una mutacidn de la parti tura nos adentramos en la Danza de los aprendices que se desarrolla- ra en la pradera donde los nurem- burgueses celebran la fiesta de San Juan. Allf, entre el bullicio y la ale- gria, desfilan los gremios cantando divertidos pregones. Entonces lle- ga una barca por el n'o Pegnitz con chicas de un pueblo prdximo, pro- vocando que los aprendices co- miencen su baile con ellas. El preludio del acto I cierra con gran esplendor y brillo esta selec- cidn orquestal. Esta pieza fue lo pri- mero compuesto de Los Maestros, estrenandola Wagner en 1862, cin- co anos antes de que la dpera es- tuviera acabada; contiene präcti- camente todos los detalles de la opera completa y es de soberbia ca- lidad orquestal. Comienza con la pomposa marcha tema de los Ma estros, en Do Mayor, tonalidad predominante durante toda la obra, a la que volvera al final re- exponiendo el tema antes de la es- pectacular conclusidn. Ignacio Fernandez de Mata