con su secciön central en forma de Ländler (otra anticipaciön bruckneriana). El primer movimiento consta de una introduccion (andante en 4/4), un allegro ma non troppo y una coda que repite triun- falmente el lema de aquella. Es interesante observar la relaciön existente entre la solemne melodia al unisono de las trompas de dicho andante y el material temätico del allegro non troppo. Esa relaciön, ya senalada por Sir Francis Tovey, consiste en que la figura ritmica del segundo compäs (negra con puntillo, corchea, blanca) generarä el tema prineipal del allegro. El segundo tema, de indole ritmi ca, aparecerä en modo menor para luego evolucionar hacia la dominante (sol ma- yor). Su ritmo punteado, con un caracte- ristico tresillo de negras, colisionarä en un momento dado con el pasaje a cargo de los trombones (en pianissimd) donde reapare- ce la semejanza con la citada figura ritmi ca de la introduccion. No estamos, pues, muy lejos del sistema bruckneriano del Ur-Thema, como generador de una estruc- tura de amplias dimensiones. El segundo movimiento, andante con moto, se ofrece como un amplisimo lied en cinco secciones y una coda, caracterizado por un ritmo inicial de marcha. El tema prineipal se presenta en el octavo compäs. Se trata de una melodia alegre y sencilla, en staccato, seguramente no la mäs me- morable de entre las compuestas por Schubert pero dotada de una potencial energfa ritmica que permitirä su reitera- ciön sin caer en ningün caso en la mono- tonia. De mayor vuelo en la inspiraciön es sin duda la melodia en fa mayor presenta- da por los segundos violines, despues de una llamada de la trompa. A este instru- mento corresponderä el paso a la tonali- dad de la menor, justamente famoso por su elevada espiritualidad. Un gran climax,