DE IOS METAIE5» »3 cíf de sus quilates, y la reduce á cobre , con poca ayuda de otro metal muy común. Sácase de la ca parrosa , con fuerza de violentísimo fuego , el azeyte ejue llaman de vitriolo , de maravillosas virtudes; há- cense con artificio dos géneros de caparrosa , azul y verde, del yerro y cobre quemados con azufre. Adelante se dirá el modo , y se declararán los daños que esto ha causado en beneficio de los metales, aun» que hasta ahora no se han conocido. CAPITULO VII. BE LA SAL. No es ménos conocida que necesaria la sal en el mundo. Tiene lá misma virtud la mineral, que la que se quaja de agua salada del mar, de lagos ó de fuentes; pero diferencianse en que la substancia de la sal de la mina es mas densa y apretada , de don de le procede el ser también mas constrictiva y no derretirse tan fácilmente rn el agua como la ma rica ó quajada. Son muy abundantísimas de salto- das aquestas provincias, al paso que también lo son de metales ; y no es la menor maravilla de aqueste nuevo mundo el pedizo de mar quajado en sal cristalina que hay en los Lipes ,y las salinas que lla man de Garci-Mendoza ; doy le este nombre por su grandeza ; pues por donde es mas corta su travesía , tiene diez y seis leguas de ancho y quarenta ó mas de largo; y porque ha sucedido algunas veces des cubrirse unos como pozos profundísimos ermedio de este dilatado espacio , que no han podido sondearse, y vistose muy grandes y ctiacios peces. Pásase con grande riesgo esta distancia ,. así de la vista porque les mas ciegan por el gran resplandor que la rc- 3 .