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Leguas. Totales. Tecacho, hacienda. Se baja la gran loma bastante pendien te; en el valle que sigue se deja á la izquierda el rancho de Caro, y se siguen las lomas suaves hasta llegar al punto de Jarupo, pequeña ranchería [1]. Desde este punto se camina sobre un terreno cenagoso; transitable en las secas, siguiendo hasta el rancho del Fresno, que se halla á una legua del anterior, de este último, media legua mas adelante y á la izquierda del camino, está el rancho de la Alberca, conservándose hasta aquí el mis mo carácter del camino (2), sigue tierra firme, subiendo una legua por terreno algo quebrado, hasta llegar al pun to de las Palomas (3): de allí se continúa bajando por lo mas quebradas, y recorriendo la distancia de menos de media legua se llega á la hacienda de Tecacho. Hay ví veres, pasturas y aguas suficientes y reses abundantes. La casa de la hacienda es una habitación muy peque ña; pero en el mesón se puede alojar un escuadrón, y en el corredor, molino y jacales de la cuadrilla, algunos ge- fes, y el resto de las tropas tiene que campar en un ter reno bastante molesto. En la travesía descrita hay dos posiciones militares, el Paso de las Palomas para impedir que las tropas quo marchasen de Zamora 4 Morelia se detuviesen en este punto; y la misma hacienda de Tecacho (4), cuya posi ción topográfica defiende y domina las avenidas de los ca minos de Morelia, Zamora y Huaniqueo (5) 6 12 Zipimeo, hacienda. Después de una bajada, se camina por la falda de pequeñas alturas que se dejan á derecha é iz quierda: en el bajío queda la ciénaga de esta hacienda hasta llegar al rancho de San Isidro, que está á cosa de una legua; en este parage se corta á la derecha sobre un dique angosto, cuya estension es de mas de cien varas, y cuyo paso es indispensable, resultando el .camino por la falda de pequeñas alturas que quedan á la derecha, y á la izquierda la ciénaga de San Isidro, continuando éste (1) Desde esto punto de Jarupo parte un camino, que va á dar á Chucándiro y Talle de Santiago. (2) En este rancho so halla una gran presa, digna de verse por su hermosura y es tension, se nota en ella una cueva en que estuvo escondido por mucho tiempo el anti-* guo patriota Padre Torres, el cual vive aún, y está radicado en Zacapu. (3) Este paso, á pesar de haberse compuesto por las tropas do la brigada Tave- ra, se hace indispensable bajar los carruages con retenida, para mayor seguridad, y quitados los tiros. (4) Sin embargo de esta ventaja, en la guerra de Independeucia sucumbieron en es te punto fuerzas organizadas del gobierno español , tal vez porque eran solo de caballe ría y por falta de parque. (5) Este pueblo se halla á poco mas de una legua de la hacienda de Tecacho. 4