No quiero decir que yo lie compuesto una oirá; he hecho un bos quejo solamente, he abierto un camino por donde pueden dirijirse las capacidades que se inclinen á este estadio. Y no tengo tampoco la pretensión de asegurar que mi obrita sea absolutamente orijinal; por el contrario, si en alguna parte he encontrado la verdad, la he tomado sin escrúpulo. La historia de Quito de nuestro compatriota P. Yelasco me ha servido para mi apunte sobre las antigüedades; i el “ Cuadro sin óptico” del Doctor P. J. Cevallos me ha servido igualmente en una parte relativa á la historia moderna. He evitado poner los nombres científicos de varios objetos de historia natural, i sobre todo los botánicos, por no hacer fatigosa la lectura, i por que cada día se publican las obras de mi esclarecido maestro el Doctor Guillermo Jameson, ilustre sabio que ha vivido entre nosotros el espacio de 20 años ocupado en investigaciones de la ciencia. Si mis débiles esfuerzos no me han sido bastantes para formar una obra que llene mis deseos i que sea á satisfacción de mis com patriotas, á lo menos tengo derecho á ecsijir su aprobación é indulgencia. Movido solamente por un instinto de patriotismo, i sin otro designio que el de hacer algún bien á mi pais, he arrostrado todo jénero de sufri mientos en mis largas i peligrosas incursiones á los parajes del oriente. La escasez de mi fortuna me ha acarreado también muchos obstáculos en mi carrera de investigador i viajero: muchas veces me he visto obligado a abandonar mis observaciones para volver á la ciudad á buscar con mi personal trabajo nuevos recursos para nuevas escursiones. He procurado verlo todo por mis ojos para no errar en lo que dijese; he contado los pueblos, me he internado á los bosques, he navegado por los rios, poniendo siempre la mayor atención i haciendo apuntamientos al frente mismo de los lugares i objetos que describo. No digo que mi pequeño ensayo sea capaz de escitar emulación; pero, si, digo, que los que noten errores ú omisiones en mi obrita, en vez de inculparme i criticarme, me hagan sus observaciones ó me suministren nuevos datos para ir oorrijiéndola en las reimpresiones que en lo succesivo deba hacerse. Hubiéramos podido incluir en este volumen gran numero de láminas que tenemos i que hubiesen ayudado á formar mas cabal idea de lo que describimos, asi como de las costumbres de sus pueblos, especialmente de los habitantes de la provincia oriental; pero el temor de abusar de la protección del jeneroso é ilustre patriota á cuya bondad se debe la