Vil la que comunmente adoptan las cartas estranjeras, sino también de la que resultaría si solo se consultasen los antiguos derechos territoriales del Ecuador; y me lia parecido mas racional señalar aquella que, armoni zando con las necesidades impuestas por la naturaleza, dejase á cada pais limítrofe el uso de las tierras y aguas que les son indispensables. Asi, queda en mi carta, perteneciendo al Perú, la embocadura de todos los rios afluentes del Amazonas, que pasan por el suelo de esta república ; y ¡i la Nueva Granada la cordillera comprendida entro el Ñapo y el Putumayo de cuya navegación reporta algunas ventajas la sola provincia de Pasto. Nuestro pais es rico i fecundo en toda especie do producciones: los tres reinos del mundo físico se ostentan en él en toda su grandeza, i él es el mas bello segmento de la zona tórrida. Su suelo abriga los mas pre ciosos minerales i casi en su superficie se encuentran las riquezas que en otros países obligan á los hombres á destrozar el seno dé la tierra ; sus estendidos bosques contienen variedad infinita de maderas propias para la construcción, ó que suministran las mas útiles gomas i resinas; un pueblo inmenso de animales i de hermosas aves dan vida á sus espesas selvas i sus llanos: todo es grande, todo es espontáneo; pero todos estos elementos de prosperidad se encuentran en su estado de naturaleza, por que la mano del hombre nada hace para aprovecharse de ellos. Si el espíritu de empresa se despertara entre nosotros; si el gobierno impul sara i protejiera la industria; si entre nuestros pueblos se abrieran las necesarias vías de comunicación, rompiendo fáciles caminos i navegando nuestros rios, el Ecuador llegaría á ser bien pronto una nación prepon derante bajo todos aspectos. Esto sucederá algún día cuando nuestro desgraciado carácter se corrija i aprenda á servirse de tantos, i tan variados elementos de grandeza. Avergonzado de que un pueblo tan rico i tan hermoso se viera ignorado de tal modo por las naciones mas civilizadas, me propuse darlo á conocer por medio de una Geografía, que al mismo tiempo que fuese de alguna utilidad para mis'compatriotas, sirviese de estímulo á sus altas i naturales aptitudes. Hasta ahora casi nadie se ha ocupado for malmente de las materias de este libro, i si algún mérito tengo en publi carlo, no es otro que el de la iniciativa. Nuestros lejisladores mismos que deben tener profundos i detallados conocimientos sobre la Geografía del pais, carecen de ellos en su mayor parte, siendo esta la causa do que sean imperfectas i muchas veces contrarias á los intereses de los pueblos las leyes que arreglan las demarcaciones locales.