6— gen de este sonoro nombre hemos podido averiguar, redúcese á que es debido á un haz de banderas que sobre la puerta hubo en otros tiempos pintado al fresco. Debajo del arco de entrada y á mano izquierda hay un precioso restablo, que se ilumina todas las noches, y en cuyo centro se vé una peque ña Virgen de la. Concepción con dos lindas efigies de San Joaquín y Santa Ana á sus la dos: en la parte superior y en los costados del retablo se hallan colocadas la de S. Jo sé con el Niño en brazos, y las de San Fer nando y San Pedro, que parecen ofrecer la espada y las llaves con que están represen tados, á la Madre del Redentor. El todo for ma un conjunto tan grato para la vista co mo para el corazón. El pátio es entrelargo, tiene en medio una fuente rodeada de árbo les, y tanto al lado por donde hemos intro ducido en él al lector, como los dos que le son perpendiculares, se hallan compuestos de casas, sin mérito alguno artístico, alqui ladas á particulares, alzándose en el opues to la hermosa habitación del Teniente de Al caide, en cuyo estremo izquierdo, según se mira, bay un arco que conduce por un es trecho y retorcido callejón al postigo de que hemos hablado y que dá salida á la calle lla mada de la Vida, al paso que en el costado