— 14— marmol, y tanto sus muros como los do la galeria que forman, y los dos pisos supe riores, son literalmente de finísimo y delica do encaje. Es todo blanco, y ha sido res guardado de la acción de la intemperie, co locando sobre él una elegante cubierta de cristales- Solo el lápiz y el pincel unidos, pueden dar idea de la caprichosa variedad y belle za de los adornos, de que así el salón y los dos patios de que hemos hecho mérito, como las demás estancias del piso bajo del Alcá zar, tienen revestidos sus muros, y de lo ad mirable de los artesonados. Por todas partes deslumbran el oro y los mosáicos compuestos de los mas vistosos colores. Las ventanas, divididas á lo morisco por finas columnilas, dan la mayor parte á ios jardines, los cua les tendrian quizás el aire demasiado grave; si la severidad de los naranjos y bojes que unos contra las paredes, otros sirviendo de marco á los cuadros, no discrepan de la eti queta, no estuviera paliada por el murmu llo de las fuentes, la -expléndida alegría del cielo y la lontananza de sus horizontes que nada interrumpe, por concluir los jardines en los muros de la ciudad, y que les dan el silencio y el apacible encanto de la soledad, El segundo piso del edificio fué levantado