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117 tal, i Leiva reunió los restos de las tropas. El ejército de la Union marchó entónces contra la capital, al mando de Ba- raya i de su segundo Ricaurte; i Nariño se fortificó en la ca pital, bajo la dirección del francés Bailli i del jeperal Leiva, enviando a la vez comisiones a los jefes enemigos, propo niendo transaciones, hasta la de dejar el mando. Nada se aceptaba sino bajo condiciones deshonrosas. Baraya fijó su cuartel jeneral el 24 de diciembre en Fontibon, i estrechó el bloqueo de la capital, continuando así las hostilidades has ta el 5 de enero de 1813, en que el teniente coronel de la Union, Jirardot, ocupó la posición de Monserrate. El 9 de enero se movió todo el ejército déla Union sóbrela capital, i a las cinco i media de la mañana ocupó la plazuela de San Victorino en número de tres mil hombres, contando Nariño apénas mil cincuenta. El combate se empeñó, i al cabo de dos horas fué derrotado el ejército de la Union completa mente, quedando un número considerable de prisioneros. 3. El Congreso de la Union propuso a Nariño termina sen sus diferencias por medio de tratados ; pero solo se al canzó la celebración de un pacto de reconciliación. Entón ces concibió Bolívar el proyecto de reconquistar a Vene zuela, i marchó de Ocaña con 400 hombres, atravesando la cordillera que divide el cantón de Salazar de las Palmas, batiendo un destacamento realista en el Alto de la Aguada, i ocupando la ciudad de Salazar, defendida por 200 hom bres. Arrojó a los realistas de los puntos de Arboledas, el Zagual i San Cayetano, i el jefe español concentró sus fuer zas en San José de Cúcuta, en donde fué derrotado Correa, que mandaba 800 hombres. 4. Las rapacidades i vejaciones de Labattut en San tamaría apresuraron la reacción de aquellos habitantes, la que principió por la insurrección de los indios de Mamato- co i Bonda, apoyada i protejida por los realistas. Labattut huyó a la aproximación del peligro, i los amigos de la causa del rei organizaron un cabildo a nombre de este, i luego llegó el gobernador español, D. Pedro Ruiz de Porras, nom brado por la Rejencia, con un refuerzo de tropas veteranas. El gobierno de Cartajena aprestó contra Santamaría una espedicion de mil hombres, al mando del coronel francés Chatillon, con una escuadrilla, compuesta de un bergantín, dos goletas i otros buques menores. En el desembarco que se debia hacer por Papares i Toribio,las tropas realistas de-