t «s ] Articulo publícenlo ene! intuí. del Comercio del jueces 12 de di ciembre de. 1814. NUEVA-GRANADA. Desde julio ultimo publiqué aquí un folleto sobre el oríjen, ma nejos, curso i verdadero objeto del proceso inventado i seguirlo por los actuales gobernantes de la Nueva Granada, enemigos del Jeneral José Maria Obando. En ese folleto figura el Jeneral Tomas Mosquera como el principal autor de aquella abominable intriga, i por consiguiente de todos los horrores que fueron una consecuencia suya. Esperaba, por tanto, que Mosquera, estando presente, procuraría vindicarse i vindi car a sus cómplices, de los vergonzosos cargos que de alli resultan con tra ellos, o que por lo menos hiciese algún débil esfuerzo que diese si quiera a conocer que no se conformaba con las tremendas verdades (pin contiene el folleto; pero han transcurrido mas de cinco meses sin que él hava dado muestras de no convenir en la verdad de los delitos que se le han enrostrado, i ya se despide para la Nueva Granada, dejan do en su elocuente silencio la confesión tacita de la impotencia en (pie se encuentra para negarlos. (1) ¡Si los cargos fueran de pequeña monta,esto podría servirle de escu sa; pero n> pueden serlo tantos i tan atroz.es i vergonzosos delitos, por el menor de los cuales van los hombres a reñí ir en galeras por diez años, en donde quiera que se respeta un poco la moral publica; ni menos pue den serlo aquellos a los cuales está impuesta por las leyes la infamia i la ultima pena. Si fueran vagos, en esto se hallaría la racionalidad del silencio; pero yo se los he hecho tan definidos i determinados, que tal vez he pecado de pro ijo. Si se los hubiera hecho sobre mi palabra, no habría tenido muerta obligación de vindicarse; pero yo los he probado con prolijas i esmera das citas de documentos públicos i déla causa de Morillo, publicada en Bo gotá por los enemigos mismos de Obando i, lo «pie es mas, por Herran yer no de Mosquera. Si se los hubiera hecho a un inocente, pobre i desgraciado, no seria él él primero que, victima de la calumnia, estaba condenado a la deses peración i tormento de pasar por delincuente por no tener recursos para vindicarse; pero él dispone ad libítum del tesoro de la Nueva-Granada, i ademas tiene a su lado la mas valiente pluma (pie se encuentra entre los escritores de su color político. Suelen algunos salir de estos apuros diciendo “yo no contesto “anónimos, desembosqúese mi detractor, i entonces ya seiá otra cosa;” (1) l'or lo t/ua respecta o Flores, naneo esperé <¡nt contestase. Fl ho ce mucho tiempo <¡oe parece estar <le acuerdo coa nosotros en la inutili dad e inrfícmiu de todo esfuerzo dirijido a negar i a vindicarse.