Volltext Seite (XML)
Igor Stravinsky El päjaro de fuego (suite) El triunfo apoteosico de los Ballets Rusos bajo el dominio de Diaghilev fue impresionante. Partiendo de Rusia la compania conquisto Europa, logrando incluso permeabilizar a la intelectualidad espanola -empezando por Ortega- tan ajena a la danza. Lo principal del nutrido grupo, ademäs de su perfecciön tecnica y el elenco poblado de formidables estrellas, fue lo revolucionario de sus planteamientos. El olfato de su director no solamente acertaba en la elecciön de bailarines y coreögrafos sino tambien con los encargos musicales, ünicos probablemente en la historia de la danza. Paris seria, como centro del universo cultural de principios del XIX, el lugar donde se prendiö el chispazo que constituiria la tormenta que supusieron los Ballets Rusos. Corria el ano 1909 cuando se presentö El pabellön deArmida, con selecciön musical realizada por Cherepin y decorados de Alexandre Benois. Pero ya existia un precedente apoteosico desencadenado por el mismo Diaghilev; dos aiios antes, la Ciudad Luz hervia ante unos programas musicales donde se concentraron talentos de direcciön como Blumenfeld, Nikisch y Rimsky; pianistas como Rachmaninov y cantantes de la talla de Chaliapin, Littvine, Smirnov y Cherkasski. Poco despues tambien se estrenaria Boris Godunovde Mussorgsky, siempre con el impresionante Chaliapin en cabeza de reparto. Pero, con todo/el mayor impacto estaba por venir, la colaboraciön con Igor Stravinsky, comenzada precisamente con El päjaro de fuego que hoy nos ocupa (1910), se extenderia en seguida a Petruchka (1911), La consagraciön de la Primavera (1913), Pulcinella y El canto del ruisenor (1920), Renard (1922), Las bodas (1923) e Historia delsoldado (1924); todas partituras decisivas para la müsica del siglo XX. El päjaro de fuego se estrenö el 25 de junio de 1910, en Paris, bajo la direcciön de Gabriel Pierne. El libreto habia sido adaptado de un conocido cuento ruso por Michel Fokine, que tambien realizö la coreografia. Sin duda hay todavia mucho de Rimsky en El päjaro..., empezando por los orientalismos. Su orquestaciön es heredera de El gallo de oro. El diatonismo, realzado por ciertos prestamos folklöricos, y el cromatismo reservado son sus notas caracteristicas. Tampoco estän ausentes los parentescos armönicos con Debussy y Ravel pero los acordes condensados del eclosionante final anuncian ya el lenguaje armönico del futuro. Los 19 nümeros que integran el ballet se convirtieron en suites, existiendo tres de estas (1911,1919 y 1945). Es la segunda la que se interpreta con mäs frecuencia. Escrita para una orquesta algo mäs reducida que la del ballet, sus efectivos orquestales son: maderas a dos (en el ballet aparecen a cuatro), cuatro trompas, dos trompetas, tres trombones, tuba, timbales y amplia percusiön, arpa, piano (o celesta) y cuerda completa.