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Prokofiev Compuso El Concierto Para Piano N° 2 un ano despues del Primer concierto, confirmando asi la asombrosa rapidez con que habia progresado. El müsico se encontraba en plena madurez compositiva y, de sus cinco conciertos, es este el que alcanza una envergadura mäs poderosa, incluso aunque el siguiente sea mäs equilibrado y acabado. Prokofiev estä atravesando su fase "futurista" y se muestra encantado del escändalo que la obra suscita cuando la ejecuta en Pavlovsk el 5 de septiembre de 1913. Esta partitura provocadora, que lanza un desafio al oyente a la vez que al ejecutante (al que impone unas cualidades tecnicas que estän en el limite de las posibilidades fisicas), no es sin embargo nada superficial. La obra estä atravesada por angustias no disimuladas, aunque sean las de un temperamento fuerte y la lucha sea por tanto mäs espectacular. Sin intentar romantizar, no se puede obviar la conmocion que el compositor acababa de sufrir despues del suicidio de un amigo que le habia escrito anunciändole su acciön. La obra fue revisada en 1923 y solo es conocida en su Version definitiva. Andantino: comienza pianissimo. El solista expone el primer tema, de una dulzura nostälgica, especificamente rusa. La participacion orquestal, de intensidad proporcionada, posee una rica expresividad. Un primer nivel dinämico se franquea al llegar el Allegretto, que lanza un nuevo tema, mäs vital y con mayor ritmo. El sonido aumenta y la parte pianistica es recorrida por escalas antes de reexponer el primer tema. Despues de este retorno a la delicadeza elegiaca del comienzo, llega la prodigiosa y gigantesca cadenza del solista, que ocupa por si sola casi la mitad del movimiento. Pägina ünica en toda la literatura para piano por su invenciön armönica y tecnica, es una temible prueba para el ejecutante, con sus cascadas de acordes y sus arpegios fulgurantes, que exigen tanta precisiön como potencia. Sin embargo, de este tumulto debe desprenderse el tema con nitidez. En Io mäs dificil del desencadenamiento pianistico, la orquesta entra fortissimo con el peso masivo de los instrumentos de metal. Es el comienzo de la coda, cuyo diminuendo nos devuelve el tenue lirismo del comienzo. Scherzo (Vivace): raramente habrä escrito ningün compositor una pieza que ilustre mejor el genero de la tocata, aunque este termino no figure en la partitura. Desde el primero al ultimo compäs, el piano toca inmutables semicorcheas, räpidamente articuladas en las dos manos paralelamente. El conjunto orquestal queda en un segundo plano, con sus timbres secos y notas dispersas. Es un movimiento breve, monolitico, escrito de un solo trazo, notable por la mezcla de fuerza y finura en su factura y por su agilidad. Intermezzo (Allegro moderato): en un tiempo no demasiado räpido se desarrolla un ritmo de marcha cargado de un humor rechinante, suavizado intermitentemente por una escritura mäs melödica que hacia el final vuelve a ser impetuoso. Final (Allegro tempestoso): es poco corriente que un concierto tenga cuatro movimientos, aunque el Segundo concierto de Brahms sea un destacado antecedente. Este final tiene unas dimensiones importantes, equivalentes a las del primer movimiento, con cuya cadenza se haya emparentado. AI llegar a la parte central se produce un cambio de atmosfera, de un lirismo bastante sombrio y atormentado. Dividido al comienzo entre el solista y la orquesta, da la palabra al piano despues de una nota de los metales que resuena como un punto final, y comienza una meditativa cadenza del solista, que se va animando mäs y mäs a continuaciön. A partir de ahi, las pulsaciones vitales no dejarän de crecer; la orquesta reafirma pronto su presencia y el concierto termina con un ultimo y prodigioso despliegue de energia.