Es probable que Lalo no hubiera querido asumir claramente el hecho de que aün en un compositor tan conservador como Bruch las innovaciones formales progresivas eran algo inevita- ble. Max Bruch comenzo a realizar los bosquejos de su Primer concierto para violfn hacia el aho de 1864, y el estreno de la obra en su primera Version fue realizado en la ciudad de Koblenz en el aho de 1866. Poco tiempo despues, con la asesorfa del gran violinista Joseph Joachim el compositor pulio algunos detalles de la parte solista, y el mismo Joachim estreno la nueva versiön del concierto, en Bremen, en el aho de 1868. El exito del concierto fue inmediato, y si bien es lögico que a raiz de este triunfo Bruch sintiera el natural impulso de probar suerte otra vez, de inme diato, con la misma forma musical, lo cierto es que lo hizo tomando todo el tiempo del mundo: su Segundo concierto para violfn apareciö en 1877 y el Tercer concierto hasta 1890. Como lo registra claramente la historia, estas dos obras permanecen hasta la fecha ocultas a la sombra del hermoso Primer concierto. Ludwig van Beethoven (1770-1827) Sinfonia No. 3 en mi bemol mayor, Op. 55, Heroica En 1800 y 1802 Beethoven habfa ofrecido al püblico vienes, respectivamente, su primera y segunda sinfonias, obras que si bien todavia participaban del mundo sonoro de Mozart, ya llevaban el germen de lo que habria de ser el estilo maduro del compositor. Y de pronto, en 1805, de manera ciertamente sorpresiva y sorprendente, Beethoven moströ al mundo su Tercera sinfonia, que cayo en esta tierra como una verdadera bomba musical. Al margen de las anecdotas napoleonicas extramusicales que la rodean, esta sinfonia vino a representar una ruptura tajante con los modelos sinfönicos anteriores y, paradojicamente, un sölido eslabön en la tradiciön sinfönica germanica. Originalmente, Beethoven llamo a esta gran obra Sinfonia grande, intitolata Buonaparte, cuando todavia creia (ino- cente y generoso) en las buenas intenciones de Napoleon.