Volltext Seite (XML)
DE LOS METALES. ^ 2$ lejos que lo probaban ., y quizá era de este género una veta, que he sabido de personas fidedignas hay en la provincia de Conchucos del arzobispado de Lisia, de que los naturales usaban para, quitar, la vida á quien mal querían : hizola cemr y tapar el santo Arzobis po de los Reyes D, Toribio Alfonso Mogrovejo, CAPITULO XII. De la generación de las piedras, No puede ponerse duda en que haya alguna virtud activa , que engendre y haga las piedras, como la hay para todas las demas cosas generales y corruptibles del universo; pero esta es difjcultosisrroa.de conocer, poe no tener lugar determinado su generación , pues en el ayre en las nubes, en la tierra , en el agua y en los cuerpos de los animales vemos , que se engendran^pie dras. Es su materia próxima , como siente Avicena y Alverto, una mezcla de tierra y agua , que si tie ne mas agua que tierra se llama xugo ; y si mas tierra que agua, lo llamamos lodo ; ha de ser viscoso t y tenaz el lodo que hubiere de servir en la generación de las piedras, como lo es el de que se hacen los ladrillos , ollas y otros vasos ; porque á no serlo 9 evaporada la humedad con el calor, no qoedara uni da , sino hecha polvo y tierra la materia. Es también necesaria cosa , que el xtigo que se ha de convertir en piedra sea viscoso , como se experimenta en nuestros cuerpos; pues es sentencia común erre los médicos* que se engendra la piedra en los riñones y vexlga, de humores viscoso y tenaces, y cocidos del calor in terior. Llena está sin duda- de aqueste xvgo petrífico aquel agua t30 nombrada en este reyno , que corre cerca de Guancavdic», y se recoge en moldes de la grandeza y fama que se quiere, y á pocos dias que el calor del sol la labra , se convierte y quaxa cu