Volltext Seite (XML)
100 qués, quedando en la Nueva Granada con una pensión vi talicia. 4. El nuevo majistrado don Diego Egües i Beaumont comenzó a ejercer el mando en febrero de 1662, i se consa gró a la protección de las misiones, a la construcción de puentes sobre los riachuelos de San Francisco i San Agus tín en la capital, i al establecimiento de todo lo concerniente al ramo de abastos. En su tiempo se recuperó de los piratas la isla de Santa Catalina, que habian ocupado. Egües falle ció en la capital en diciembre de 1664. 5. La osadía de los piratas se hizo mas notable desde 1665, i bajo los nombres de Bucaneros i Filibusteros se co ligaron varios de esos bandidos para cometer todo jénero de crímenes en la costa de Tierra-firme. Escedió en crímenes a todos estos el ingles Juan Morgan, quien unido con Mans- velt, i teniendo a sus órdenes quinientos hombres, ocuparon la isla de Santa Catalina, de la que despojados, otra vez ar maron catorce buques i la invadieron. Morgan se encami nó a Portobelo, i después de una bizarra defensa por parte de los sitiados, la rindió. En 1670 proyectó otro armamento de piratas, i después de haberse provisto por medio del robo de víveres en Iliohacha, i organizado la espedicion i los suel dos i premios que debían recibir los bandidos, atacó la isla de Santa Catalina i se hizo dueño de ella. En seguida inva dieron el puerto de Chágres, que también ocuparon, apesar de la viva resistencia de la guarnición, i el 18 de enero de 1671 marchó Morgan sobre Panamá, con mil doscientos hombres. Después de dos combates en los cuales salió triun fante el bandido, se apoderó de la ciudad. En las tres sema nas que permaneció en Panamá, robó todo lo que allí se encontraba, i no Jiubo jénero de crimen que no cometiese, dejando a su partida entregada a fas llamas la ciudad. Se dirijió a Chágres, lie" ando a todos los habitantes aherroja- dos i con el objeto de venderlos como esclavos ; pero su es- cesiva codicia, pretendiendo burlar a sus compañeros en la repartición del botín que les correspondía, lo indujo a em barcarse secretamente, i aunque varios de los piratas trata ron de darle caza, no pudieron, destruyéndose así esa famosa espedicion ; i quedando en la mas inaudita miseria i desam paro los forajidos, tuvieron que volverse a Jamaica. El go bernador de Panamá, don Juan Pérez de Guzman, tiré de puesto, i el segundo que le sucedió, don Alonso Mercado,